Segundo encuentro de trabajo del proyecto conDIT@untref 2016

seminarios sobre textos medievales propuestos por parte de Jazmin Ferreiro [FFyL/UBA], introducción a la escritura para el órgano Laukfhuff de 2 manuales [N.S. Padua, Parque Patricios] en restauración por Weinhold/Galli y conDiT] e introducción a la práctica de nuevas técnicas de la escritura coral.

PRIMERA PARTE

TEOFANÍAS
Composiciones para el Dios escondido

“Cantar es rezar dos veces”
Agustín de Hipona

Algunos temas a trabajar y propósito del taller:
1. La experiencia mística
La mística es una experiencia y, como tal, incomunicable. Ahora bien, ¿de qué es experiencia? A lo largo de la historia se han manifestado diversas expresiones para dar cuenta de esa peculiar vivencia. Se ha dicho, por ejemplo, que lo que se experimenta es una unión amorosa, una reconciliación profunda con la totalidad. También que es un reencuentro y un retorno al seno del que nos alejamos, un volver a la nada de cuando todavía no éramos, un recordar algo olvidado, una existencia más allá del pasado histórico. Etimológicamente “místico” es lo oculto, lo misterioso. La experiencia mística es la experiencia de fusión o encuentro del alma con el fondo secreto de sí mismo, el encuentro con lo sagrado (Dios, Naturaleza, Unidad). Esta experiencia no puede ser plenamente definida ni determinada. La palabra es incapaz de expresar lo que no obedece a la determinación del intelecto, por lo tanto el lenguaje no puede apresar aquello que es “inefable”.
Entonces, ¿como hablar de lo que es incomunicable? Si el misticismo es silencio, ¿para qué hablar cuando la palabra sobra?

2. Inefabilidad del Principio:
Ya Heráclito (c. 535 – 484 a C.) afirmó que “lo único sabio quiere y no quiere ser llamado Zeus”, abriendo dos vías del discurso sobre lo divino: una vía, la kataphática, es la vía afirmativa, que intenta referirse a eso divino en términos positivos, afirmando por ejemplo que lo divino es Zeus, que lo divino es Sabio, que lo divino es Padre, que lo divino es Sumo Ser. Otra vía, la apophática, es una vía negativa: como de Dios se sabe con más propiedad lo que no es que lo que es, es más útil y pedagógica la vía que niega de él que la que afirma.
El última instancia, el enfrentamiento de ambas vías se resuelve en la indiferencia del principio que es “lo enteramente otra cosa” (Otto). Es, como dirá Dionisio Areopagita, una pura luz que enceguece, una oscuridad trasluminosa.
Heráclito afirma que ese fondo común también gusta de ocultarse. En este sentido, los textos místicos no revelan ni muestran, sino que, por el contrario, se ofrecen como máscaras en las que algo de esa divina naturaleza se oculta y a la vez se manifiesta.

3. La propuesta:
Leer y comentar una selección de textos que permitan reflexionar en torno a la búsqueda de los escritos místicos. La selección incluye a autores como Dionisio Areopagita, Agustín de Hipona, Escoto Eriúgena, Meister Eckhart. Todos ellos exploraron posibles usos de la palabra para dar cuenta de aquello que por su propia naturaleza resulta inaprensible. Un recurso utilizado es el de la metáfora y el del lenguaje poético, no como intento de apresar o definir la naturaleza divina sino como discurso que “danza”, rodeando aquello que se hace presente en la experiencia mística.
La propuesta es reflexionar sobre estas palabras no porque a través de ellas se devele el misterio, sino porque al cubrirlo, lo revisten prestándole una determinación de la que por sí mismo carece.

SEGUNDA PARTE

Introducción al Órgano Laukhuff de dos manuales
Introducción a la escritura coral